Mi primer fracaso

Hola a todos!!! Gracias por pasar por aquí y tomarse el tiempito para leerme. Les dejo un poco de música para acompañar la lectura, por lo general les voy a ir compartiendo lo que siempre escucho, parte del mix que me acompaña todos los días mientras trabajo MÚSICA

Hoy les voy a contar la anécdota de mi primer fracaso. Se dice que podés tener muchos éxitos, pero el primer fracaso lo recordás siempre 😄 

Los sitúo en tiempo y espacio. Ciudad de Córdoba, año 2020, tenía 20 años, acababa de renunciar a mi trabajo de profesora de gastronomía en Celia EIG. 

Mi renuncia no se debió a nada en particular, simplemente fue un año maravilloso que en un punto me pasó por encima. Mis horas de sueño se reducieron a 3 horas por día, vivía cansada, con dolor en todo el cuerpo, siempre fui y soy muy exigente con lo que hago, es por ello que me puse más tareas al hombro de lo que podía aguantar. Los años me fueron poniendo en eje (creo 😕), cuestión que, volviendo al relado, llegué un día a la oficina de mi jefe, melodramática como siempre, llorando le dije que renunciaba, que le agradecía todo este tiempo pero no podía seguir. Me dijo que podía volver cuando quisiera, aunque sabía que era pura cordialidad, en el fondo me debe haber odiado 😖 

Cuando se cierra un ciclo, uno nuevo comienza. Fue así que cuando renuncié, tuve la idea de iniciar mi propio catering gastronómico. Una de las chicas que trabajaba conmigo tenía amigos que se casaban y no tenían el dinero para contratar a un catering de comidas, por eso querían usar mis conocimientos para brindarles un catering lo más económico posible pero rico y que sea elaborado por un chef. 

Yo, recibida de Profesional Gastronómico y especializada en pastelería, me reuní con la pareja para conversar sobre qué se podía armar para el evento de acuerdo a lo que tenían pensado gastar. 

Usé el dinero para contratar a dos chicas como ayudantes, que había conocido en la escuela de cocina, y nos embarcamos en lo que sería un caos de laburo con final feliz (o casi 😧)

Antes de comenzar todo el proceso, y ya con vistas de verme una empresaria gastronómica (siempre terraza lo mío, nunca subsuelo 😂) fui a una imprenta para hacer las tarjetas de presentación. El nombre del catering: BLACK AND WHITE jajajajja...ayyy lo escribo y no puedo evitar reirme. Pero en ese momento para mi era lo mejor del mundo, elegí una tarjeta texturada, negra con letras doradas. 200 unidades hice!!! 200!!!!! tenía 1 solo cliente hasta el momento pero encargué 200 - no lo hagan! - terminaron perdidas en alguna mudanza seguro, sólo me quedó una de recuerdo que se las comparto en la foto de hoy (el celular ese ya no existe más). 

El 23 de Junio fue el día del evento, junto a mis dos ayudantes nos dispusimos a preparar un catering de casamiento para 200 personas 😨 Lo escribo y todavía no lo creo jajajajaj...no era por coraje! era por desconocimiento, por falta de experiencia.

En el día previo hicimos la mise en place (significa todas las preparaciones previas de la materia prima y los utensilios para la hora de cocinar) y nos tomábamos turnos para descansar 3 horas  y seguir. Llegamos al evento, servimos toda la comida que era en mesa buffet y nos quedamos  la madrugada para hacer unas pizzas después del baile. Lo recuerdo como si lo estuviera viviendo, mis ojos se cerraban por mas que los quisiera mantener abiertos, me quedaba parada para no dormirme porque sentada me dormía. Una vez finalizado el evento dormí por todo un día y nunca más volví a hacer un catering. 

Dejando atrás un poco el pasado, hace unos días estuve mirando a la Tigresa Acuña en Masterchef Celebrity. Ella dijo algo taaaan verdadero que me quedó grabado: uno nunca pierde, GANA O APRENDE. Y ahora si, volviendo al 23 de Junio del 2020, yo APRENDÍ, aprendí que por más esfuerzo que pusiera, las horas y tres personas no se pueden hacer cargo de un buffet para 200 personas, aprendí que antes de gastar dinero en tarjetas y en uniformes, primero tenía que armar un plan de acción para ver si lo que soñaba era realmente posible en una ciudad tan inmensa como Córdoba y con tantos servicios de catering famosísimos. 

Seguramente si luego de este fracaso, me sentaba y seguía con la idea del catering, posiblemente con lo cabeza dura que soy, con mil errores por delante lo hubiese logrado. Pero mi camino fue por otro lado...mi cabeza se levantó y miró hacia delante dejando de lado la idea de BLACK AND WHITE. Quieren saber por dónde siguió? Lo van a saber en la próxima Anécdota de una emprendedora. 

Gracias por llegar hasta aquí!



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